El año pasado me toco hacer unas observaciones en las clases de inglés
de un primer año de la escuela primaria. Con niños de 5 a 6 años de edad.
Durante las clases, la profesora estuvo trabajando con vocabulario referido a
los materiales escolares, animales del mar y diferentes objetos como juguetes y
algunas ropas. A diferencia de algunas observaciones que había hecho en otras
aulas, esta clase me pareció bastante didáctica y completa en cuanto al
contenido.
Una de las primeras actividades de la clase fue practicar la comprensión
auditiva. La
profesora cantó una canción llamada "We are happy". Los
estudiantes la cantaban bastante bien, e inadvertidamente, adquirieron
vocabulario y practicaron la pronunciación. En
un momento el profesor propuso una competencia entre niños y niñas, y el
profesor me asignó como juez; los
que cantaban mejor ganaban. Algunos
niños estaban gritando y otros trataron de cantar mientras se reían. Luego
hicieron una actividad en el libro, donde tuvieron que encontrar el orden
correcto de las imágenes mientras se guiaban escuchando una canción. Hubo
otra actividad, donde tuvieron que escuchar una descripción que la profesora
reprodujo con un grabador, para completar ciertos elementos de una imagen. Noté
algunos problemas en la pronunciación, algo que es normal en esa edad, pero
también reconocieron muy bien las palabras, sus significados y contexto. Estaban
trabajando con animales marinos como mariscos, caballitos de mar, peces,
pulpos, etc. Y por supuesto se contextualizaba en el mar, en la playa o en el
tanque. Luego
de que habían escuchado el audio y la respuesta, la profe mostró una imagen e
hizo algunas preguntas, como por ejemplo: "¿De qué color es el
marisco?"(What color the shellfish is?).
Para la segunda observaciòn, la profe comenzó la clase mostrando imágenes de
animales marinos que habían estado trabajando en la clase anterior. Fue
un momento introductorio para recordar y memorizar el vocabulario. Luego
continuaron trabajando con algunas actividades en el libro de actividades de
los alumnos. Una de
las actividades era conectar los peces que estaban en un tanque; había
dos peces idénticos, sólo uno era en color y los niños tenían que reconocer
otro que tenía la misma forma y pintarlo. Note
algo en la pronunciación de los chicos, algo que me había sucedido
anteriormente en la primera observación. Los
niños, dijeron la palabra "orange" pronunciándola con un "a"
en lugar de pronunciar el "a" como "i".
Orange ⇾ ⇾ /ˈɒrɪnʤ/
Cuando la campana sonó los niños se agitaron un poco, la maestra les
pedía que le dieran todos los libros de actividades para guardarlos en el
armario de la habitación, y salieron rápidamente al recreo. Entonces
le pregunté a la profesora, por qué los niños pronunciaron la palabra de esa
manera. Ella
respondió que el problema se debía a una alumna que estuvo como practicante,
dando algunas clases. Esa
chica, transmitió a los niños la pronunciación errónea de la palabra
"Orange"; el
primer "a" de la palabra se pronuncia como "i" y no como un
"a", en el idioma inglés. Es algo muy comun en idiomas nuevos que surjan este tipo de inconvenientes. Recordemos que los niños a
esta edad son el igual de una esponja con el aceite, en cuanto a nuevos
conocimientos. Aquí notaremos la importancia de transmitir de la manera
correcta los contenidos y por supuesto, de saber qué es lo que transmitimos.
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